#5 Historia de afilado. Brad Wilson (Ol' Glory Knives)

Brad Wilson

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Cuando tenía 8 o 9 años, mi papá me regaló mi primera navaja. Estaba tan emocionado de tener mi propia navaja, una herramienta, un arma, una pieza de artesanía en mi bolsillo todos los días. Un día, me senté en la entrada de casa a afilar mi navaja en una piedra mojada durante lo que parecieron ser un par de horas. Finalmente, conseguí un filo impecable. Cuando mi papá llegó del trabajo, le enseñé la navaja. Palpó el filo y no podía creer lo afilada que estaba. De hecho, me hizo frotar el filo contra el cemento para quitarle un poco el filo porque no quería que me hiciera daño.

Más de cuarenta años después, soy cuchillero. Aunque no me dedico a tiempo completo a la fabricación de cuchillos, soy el propietario y fabricante de Ol' Glory Knives. Dedico cada momento libre a fabricar cuchillos y, cuando no estoy en el taller, pienso y desarrollo ideas para futuros proyectos. Como perfeccionista, disfruto enormemente terminando cada cuchillo con un filo impecable. He utilizado varios métodos de afilado, como el a mano alzada con mi afiladora de banda OBM 2x72, una afiladora manual Lansky, una piedra de afilar, una afiladora manual sin marca con ángulo ajustable y algunas otras, pero ninguna se compara con la precisión de la TSPROF Kadet Pro que tengo ahora. Quiero que cada cuchillo que hago sea lo más perfecto posible, y esto incluye un filo impecable, uniforme y afilado.

Mi amor por los cuchillos comenzó de niño y continúa hoy en día. Me satisface enormemente crear algo que pueda llevarse y usarse toda la vida, y luego transmitirse a la siguiente generación sabiendo que su padre, madre o abuelo lo llevaban todos los días. Un cuchillo tiene el potencial de convertirse en una reliquia familiar con valor sentimental. Cada cuchillo es una obra de arte, completamente única, fruto de la imaginación y el diseño de su creador con un propósito. Y cada cuchillo es el resultado de la dedicación de un creador a perfeccionar su oficio y a adquirir el equipo necesario para fabricarlos. Si alguna vez has pensado en probar suerte en la fabricación de cuchillos, no esperes. Puedes empezar con equipo básico y asequible y, aun así, terminar con un cuchillo fantástico que sabrás haber hecho con tus propias manos.

Mantente alerta, B. Wilson