#3 Historia de afilado. Toby Maples

Toby Maples

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Desde que tengo memoria, siempre he estado obsesionado con los cuchillos. De niño, siempre que viajábamos, me compraba uno nuevo de recuerdo. Desde pequeño, ya había acumulado una buena colección de cuchillos de gama baja que podía permitirme. A medida que crecí y mi presupuesto se amplió, también lo hizo mi gusto por los cuchillos. Poco a poco, me encontré comprando cuchillos de gama alta y rotando mi colección de uso diario. Se podría suponer que alguien que amaba los cuchillos tanto como yo también aprendería a afilarlos, pero era un desastre con la piedra de afilar. Mis cuchillos solían salir peor que al principio. De ahí pasé a los afiladores de mango amarillo, que tenían un ángulo de corte único. En aquel entonces, no sabía ni me importaba que no ofrecieran la geometría de filo adecuada para la mayoría de las aplicaciones. Mi conocimiento de los elementos más sutiles del diseño de cuchillos estaba aún en pañales. Cuanto más investigaba, más me daba cuenta de que necesitaba poder igualar el bisel actual o elegir mi propio ángulo según el uso que le daría al cuchillo que estaba afilando. Empecé a pensar y rápidamente me encontré buscando en Google entre la amplia gama de sistemas de afilado disponibles en internet. Incontables búsquedas después, y tras varias horas de vídeos en YouTube, di con el sistema de guía de ajuste de precisión Worksharp (no me juzguéis todavía). Tras una o dos horas usándolo en varios cuchillos, seguía sin conseguir que ninguno cortara papel limpiamente, y mucho menos que se afeitara. Volví a Google y YouTube buscando mejoras para que el sistema funcionara mejor. Mientras estaba en YouTube, empecé a ver vídeos de TSPROF y todos sus afiladores. Sé muy poco de mecanizado de metales, pero por lo que sé, me di cuenta de que este sistema estaba muy bien hecho y diseñado. Solo había un problema importante: tenía un presupuesto muy limitado, de ahí la anterior compra de Worksharp. Había visto a mucha gente en YouTube decir que estos eran el sistema de afilado definitivo, y desde entonces supe que tarde o temprano conseguiría uno. El Black Friday estaba a la vuelta de la esquina y vi en la página web que iban a tener unas rebajas buenísimas, así que le escondí algo de dinero a mi mujer y esperé pacientemente a que empezaran. Pedí un K03 y empecé a afilar todos mis cuchillos. Se me acabaron rápidamente, así que empecé a contactar con familiares y amigos para adquirir más experiencia. De repente, tenía mi propio logotipo y página web, y mis clientes eran constantes y recurrentes. A partir de ahí, me puse a soñar despierto con cuchillos de cocina caros que simplemente no podía permitirme. Pensé que si no podía comprarlos, ¿por qué no fabricarlos yo mismo? Puede que a algunos les suene un poco tonto, pero he construido muchísimas cosas increíbles a lo largo de los años y sabía que, con mi experiencia en carpintería, podía hacer cuchillos de chef realmente increíbles. Así que ahora no solo estoy afilando un montón de cuchillos, sino que también estoy fabricando cuchillos de chef geniales con mangos de madera exótica. Actualmente estoy estudiando para ser bombero/especialista en emergencias médicas, así que el dinero escasea más que nunca, pero los ingresos por afilar cuchillos están empezando a aumentar y mis cuchillos de chef hechos a medida están ahora en lista de espera. Hay una luz al final del túnel y todo gracias a mi decisión de arriesgarme y ocultarle dinero a mi esposa.